08 Oct Aprobada la Ley de Movilidad Sostenible que, por primera vez, prioriza la bicicleta como medio de transporte
El Congreso de los Diputados ha aprobado hoy la Ley de Movilidad Sostenible, una norma largamente esperada que marca un antes y un después en el ámbito de la movilidad ciclista en España. Por primera vez, la legislación española reconoce de forma explícita a la bicicleta como medio de transporte prioritario consolidando su papel dentro del sistema de movilidad.
AMBE, en alianza con otras 14 entidades, ha participado activamente en la elaboración y mejora del texto durante el proceso legislativo, con el objetivo de garantizar que la nueva Ley sitúe a la bicicleta en el centro de las políticas públicas de movilidad y contribuya a construir un modelo de transporte más eficiente, seguro y sostenible en nuestro país.
La bicicleta y la movilidad activa, medios de transporte prioritarios
La nueva Ley introduce por primera vez una definición oficial de “movilidad activa”, entendida como el desplazamiento mediante medios no motorizados que utilizan la actividad física humana: caminar y pedalear. La inclusión de la bicicleta dentro de este concepto, consolidando su posición, junto a los desplazamientos a pie, como uno de los medios de transporte más sostenibles y saludables. Este reconocimiento legal supone un paso decisivo para que las políticas públicas y la planificación urbana consideren a la bicicleta como un elemento central en la movilidad cotidiana, laboral y recreativa.
El texto aprobado establece principios claros que orientan las políticas de movilidad, destacando la necesidad de priorizar los modos de transporte más sostenibles, seguros y saludables. Entre estos principios se encuentra la reducción de la dependencia del vehículo privado motorizado, especialmente en entornos urbanos y metropolitanos. Para los expertos y actores del sector ciclista, esto refuerza el papel de la bicicleta como un medio de transporte clave en las políticas de movilidad de zonas urbanas y metropolitanas.
Avances en infraestructuras e intermodalidad
Una de las novedades más relevantes de la Ley es la obligación de desarrollar infraestructuras continuas, seguras y accesibles para los ciclistas (redes de carriles bici) y otros modos de transporte activo. Además, se promueve la intermodalidad, integrando la bicicleta con el transporte público —tren, metro y autobús—, y se exige la incorporación de criterios de movilidad activa en los Planes de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) y en los planes de transporte al trabajo. Estas medidas benefician a los usuarios y abren oportunidades de negocio y desarrollo para empresas vinculadas a la movilidad, la bicicleta y la infraestructura urbana, como la bicicleta compartida.
Mayor educación y seguridad vial
La Ley también hace hincapié en la educación y sensibilización, promoviendo la cultura de la movilidad activa desde la infancia y el entorno laboral. Se contemplan acciones de formación en seguridad vial, campañas de hábitos saludables y programas que fomenten el uso de la bicicleta. Este enfoque integral busca generar un cambio cultural que consolide la bicicleta como un modo de transporte cotidiano y seguro.
Asimismo, la Ley subraya la protección de los ciclistas como usuarios vulnerables, incluyendo medidas específicas para garantizar su seguridad y la adaptación del diseño urbano a sus necesidades. El texto promueve la coherencia con la normativa de tráfico y la planificación urbana, buscando reducir la siniestralidad y fomentar la convivencia armoniosa entre todos los medios de transporte.
Estrategia Estatal por la Bicicleta: una estrategia de país
Asimismo, la nueva normativa reconoce la Estrategia Estatal por la Bicicleta como instrumento de referencia para orientar las políticas públicas. Este vínculo refuerza la coordinación entre administraciones y asegura que las acciones futuras se alineen con los objetivos de promoción y seguridad del uso de la bicicleta en todo el territorio nacional.
La aprobación de la Ley de Movilidad Sostenible supone un avance para la bicicleta en España, consolidando su papel dentro de la movilidad urbana y rural.
Desde AMBE, se valora positivamente este reconocimiento, que abre nuevas oportunidades para los usuarios y fortalece el sector empresarial vinculado a la bicicleta, desde fabricantes y distribuidores hasta servicios de movilidad y urbanismo sostenible. Pero seguiremos trabajando por conseguir mayor presencia de la bicicleta en las políticas públicas, más inversión en infraestructuras seguras y una fiscalidad que impulse su uso cotidiano. El paso dado hoy es un avance, pero queda mucho por recorrer.