El 86% de los españoles pide a la administración más apoyo para la bicicleta: ¿qué falta por hacer?

Las cifras del Barómetro de la Bicicleta 2024 publicado por Red de Ciudades y Territorios por la Bicicleta evidencian un panorama dual para el uso de la bicicleta en España. Mientras que cada vez más ciudadanos asocian la bicicleta a la movilidad urbana y demandan infraestructuras para su uso, persisten barreras como la percepción de inseguridad, la falta de carriles bicis y aparcamientos. 

Muchas ciudades en España (Barcelona, Sevilla, Valencia …) demuestran que apostar por la bicicleta tiene un impacto directo en su uso. Con redes densas y bien planificadas de carriles bici, estas ciudades lideran en España en el porcentaje de habitantes que usan la bicicleta a diario o semanalmente. En Sevilla, más del 20% de los ciudadanos pedalean al menos una vez por semana, y un 13,8% lo hace casi a diario.

En contraste, otras ciudades carecen de esta infraestructura básica de redes de carriles bici, privando a sus ciudadanos del acceso a la bicicleta como un medio de transporte accesible para todos.

La falta de carriles bici y la percepción de peligro —principalmente atribuida al tráfico motorizado y a la carencia de espacios adaptados— son los mayores frenos según los encuestados.

A nivel general, dos tercios de los españoles creen que sus municipios cuentan con vías habilitadas para ciclistas, aunque la mitad considera que estas son insuficientes.

La bicicleta como símbolo de cambio urbano

A pesar de los retos, el 86% de los españoles está de acuerdo en que las administraciones deben fomentar el uso de la bicicleta. Propuestas como la instalación de aparcamientos en comunidades de vecinos (apoyada por el 80% de los encuestados) o la creación de calles exclusivas para peatones y ciclistas (avalada por más del 60%) cuentan con una aceptación mayoritaria.

El potencial de la bicicleta como medio de transporte sostenible es innegable. En las ciudades donde se ha apostado por ella, no solo aumenta el número de usuarios, sino también la demanda de nuevas políticas de fomento del uso de la bicicleta. Estas cifras muestran que la bicicleta no es solo un medio de transporte, sino un indicador del tipo de ciudad que queremos construir: más saludable, sostenible y competitiva.

Percepción de seguridad: la asignatura pendiente de algunas ciudades

El uso de la bicicleta varía considerablemente en función de la percepción de seguridad en cada municipio. Madrid registra el porcentaje más alto de ciudadanos que consideran peligrosa la movilidad en bicicleta, con un 18,4%.

Por el contrario, ciudades como Sevilla y Valencia, con amplias redes de carriles bici, son vistas como más seguras y amables para los ciclistas.

En el extremo opuesto, tanto Madrid como Málaga destacan por la percepción de inseguridad, atribuida principalmente a la falta de infraestructuras adecuadas (66%), el exceso de tráfico motorizado (21%) y la escasa adaptación de los espacios urbanos (14%).

Bicicletas compartidas: una solución urbana al crecimiento

Los sistemas de bicicleta compartida se han convertido en una herramienta clave para promover el uso de la bicicleta, especialmente en las grandes ciudades. Según el Barómetro de la Bicicleta 2024, su popularidad aumenta con el tamaño del municipio, alcanzando un conocimiento cercano al 60% en localidades con más de 450.000 habitantes. Barcelona lidera en este ámbito, no solo por el conocimiento generalizado de estos sistemas, sino también por su alta aceptación entre los usuarios. Dos de cada diez personas que conocen estos servicios los utilizan regularmente, siendo los jóvenes el segmento más destacado en su adopción.

El camino está trazado; queda pedalear juntos hacia un futuro donde la bicicleta ocupe el lugar que merece en la movilidad urbana.

Más información sobre el Barómetro de la Bicicleta de la Red de Ciudades y Territorios por la Bicicleta, el mayor estudio en el ámbito estatal sobre el uso de la bicicleta en España, aquí.